¿Cómo tratar la artrosis de forma natural?


Publicado el 01/04/2024 - Última actualización el 01/04/2024

La osteoartritis (o artrosis), una enfermedad degenerativa de las articulaciones, afecta a millones de personas en todo el mundo y causa dolor y movilidad limitada. Los médicos suelen recomendar medicamentos, pero existen soluciones 100% naturales que son igual de efectivas.

Hay que saber que la artrosis no tiene cura... Pero el diagnóstico temprano y un manejo adecuado pueden ayudar a frenar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

¿Cuáles son las causas de la artrosis?

Aunque a menudo se asocia con el envejecimiento, existen múltiples factores que pueden precipitar su aparición y desarrollo.

1. Edad: es uno de los factores más reconocidos. Con el paso del tiempo, el cartílago articular, que actúa como amortiguador entre los huesos, tiende a desgastarse y perder su capacidad de regeneración. Este desgaste gradual es lo que comúnmente desemboca en la artrosis.

2. Genética: la predisposición genética juega un papel crucial en el desarrollo de la osteoartritis. Si en tu familia hay antecedentes de esta enfermedad, es posible que tengas un riesgo más elevado de padecerla.

3. Sobrepeso y obesidad: el exceso de peso incrementa la presión sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y columna vertebral. Esta presión adicional puede acelerar el desgaste del cartílago, favoreciendo la aparición y progresión de las dolores.

4. Lesiones articulares: las lesiones previas en las articulaciones, ya sea por práctica deportiva, accidentes o actividades laborales, pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollar artrosis en el futuro. El daño al cartílago o a la estructura ósea subyacente puede alterar la mecánica articular, llevando a un desgaste acelerado.

5. Actividad física intensa y repetitiva: aunque el ejercicio moderado es beneficioso para la salud articular, las actividades que implican movimientos repetitivos o de alto impacto pueden causar un desgaste prematuro en las articulaciones.

6. Alimentación y nutrición: una dieta desequilibrada, rica en alimentos proinflamatorios y pobre en nutrientes esenciales, puede contribuir al desarrollo de procesos inflamatorios en el cuerpo, incluyendo las articulaciones. Este entorno inflamatorio puede acelerar el desgaste del cartílago.

7. Otras enfermedades: ciertas condiciones médicas, como la diabetes, enfermedades reumáticas y algunas infecciones, pueden predisponer a las personas a la artrosis debido a la inflamación crónica que provocan.

Aunque no todas las causas se pueden prevenir (especialmente los factores genéticos y el envejecimiento), el conocimiento de los factores de riesgo modificables abre la puerta a intervenciones y tratamientos.

6 remedios naturales para la artrosis

1. La fitoterapia

A través del uso de plantas medicinales, podemos encontrar alivio de forma natural, complementando los tratamientos tradicionales.

Harpagofito

También conocida como "garra del diablo", es altamente valorada por sus efectos contra el dolor y la inflamación. Originaria de África, su raíz contiene harpagósidos, compuestos que se atribuyen sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Diversas investigaciones(1)(2) han demostrado que el harpagofito puede reducir la necesidad de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos en personas con osteoartritis, especialmente en las articulaciones de la rodilla y la cadera, ofreciendo una alternativa natural para el manejo del dolor.

Curcuma

El vibrante condimento de la cocina india, es otro potente antiinflamatorio natural gracias a la curcumina, su principal compuesto activo. Estudios(3)(4) han mostrado que el extracto de curcuma puede disminuir significativamente el dolor en pacientes con artrosis de rodilla, con efectos comparables a los de ciertos medicamentos antiinflamatorios, pero con menos efectos secundarios. Su capacidad para reducir la inflamación y el dolor lo convierte en un complemento eficaz para el tratamiento de la artrosis.

Boswellia serrata

Un árbol cuya resina ha sido utilizada durante siglos en la medicina ayurvédica, ofrece también beneficios para quienes sufren de trastornos articulares. Conocido por su capacidad para mejorar la movilidad y reducir el dolor, el extracto de Boswellia serrata actúa inhibiendo las sustancias proinflamatorias, lo que ayuda a aliviar los síntomas. Su acción sobre la inflamación y el dolor lo sitúa como un complemento valioso en la gestión de esta condición.(5)(6)

2. La dieta

La forma en que nos alimentamos tiene un impacto directo en nuestra salud articular. La dieta puede influir tanto en la aparición como en el manejo de la osteoartritis, dada su capacidad para modificar el estado inflamatorio del organismo. Adoptar una alimentación antiinflamatoria puede ser un paso esencial para aquellos que buscan aliviar los síntomas de esta condición de manera natural.

¿Qué es una alimentación antiinflamatoria?

Se basa en el consumo de alimentos ricos en nutrientes que combaten la inflamación, mientras se evitan aquellos que pueden provocarla o agravarla. Este tipo de dieta no solo puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez asociados con la artrosis, sino que también ofrece beneficios para la salud en general, como la mejora del metabolismo y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Alimentos a privilegiar

  • Pescados azules: como el salmón, la caballa y las sardinas, son ricos en omega-3, ácidos grasos conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
  • Frutas y verduras: especialmente aquellas de colores vibrantes como las bayas, los cítricos, los tomates, las espinacas y el brócoli, son fuentes excelentes de antioxidantes y otros fitoquímicos que combaten la inflamación.
  • Frutos secos y semillas: como las almendras, las nueces y las semillas de lino, aportan ácidos grasos saludables y vitamina E, otro potente antiinflamatorio.
  • Cereales integrales: como la avena, el arroz integral y la quinoa, contienen fibra que ayuda a reducir los niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación en la sangre.
  • Aceite de oliva extra virgen: fuente de oleocanthal, un compuesto que ha demostrado tener efectos similares a los antiinflamatorios no esteroideos.

Alimentos a evitar

  • Alimentos procesados y ultraprocesados: ricos en azúcares añadidos, grasas trans y aditivos que pueden favorecer los procesos inflamatorios.
  • Carnes rojas y procesadas: su alto contenido en grasas saturadas contribuye a la inflamación.
  • Alimentos ricos en ácidos grasos omega 6: como los aceites vegetales de maíz y de soja, que en exceso pueden promover la inflamación.
  • Refrescos y bebidas azucaradas: el exceso de azúcar contribuye al desarrollo de inflamación y obesidad, factores de riesgo para la artrosis.

3. Los complementos alimenticios

Complementar nuestra dieta con ciertos suplementos alimenticios puede ser clave para crear un entorno menos propicio para los procesos inflamatorios y promover la salud de nuestras articulaciones.

  • Omega 3: presentes en el aceite de pescado, son conocidos por sus potentes propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir la rigidez matutina y el dolor articular, elementos comunes en la artrosis.(7)
  • Chondroitina y glucosamina: estos dos componentes son sustancias naturales que se encuentran en el cartílago articular. Suplementar con chondroitina y glucosamina puede ayudar a frenar el desgaste del cartílago (aunque los estudios presentan resultados mixtos). Sin embargo, muchos especialistas los consideran útiles, especialmente en las etapas tempranas de la artrosis.(8)
  • MSM: este compuesto orgánico azufrado ha demostrado tener efectos beneficiosos en la reducción del dolor articular y en la mejora de la funcionalidad en personas con artrosis.(9) Su acción desintoxicante, especialmente después de la actividad física intensa, lo convierte en un suplemento de interés para quienes practican deporte regularmente.
  • Colágeno: la suplementación con colágeno busca apoyar la regeneración del cartílago articular.(10) El colágeno es una parte integral del cartílago, y su aporte a través de suplementos puede ayudar a mantener la resistencia y la elasticidad de las articulaciones.
  • Vitamina D: esencial para la salud ósea (absorción del calcio y en la estructura del hueso), un nivel adecuado de vitamina D es importante para mantener las articulaciones saludables y puede ayudar a prevenir la progresión de la osteoartritis.
  • Zinc, manganeso, silicio y vitamina C: son importantes para la síntesis del colágeno.

4. La actividad física

Mantenerse activo es importante no solo por su capacidad para mejorar la movilidad articular, sino también por su potencial para favorecer la síntesis del cartílago.(11)(12) Aunque el descanso es crucial en momentos de dolor agudo, el sedentarismo prolongado puede agravar los síntomas de la artrosis. Por lo tanto, integrar el ejercicio adecuado en nuestra rutina diaria es esencial.

Deportes recomendados

La clave es optar por actividades de bajo impacto que minimicen la presión sobre las articulaciones afectadas, al tiempo que promueven la movilidad y el fortalecimiento muscular.

  • Natación y hidrogimnasia: el agua soporta el peso del cuerpo, reduciendo la carga sobre las articulaciones. Además, el movimiento en el agua es excelente para mejorar tanto la fuerza muscular como la flexibilidad.
  • Ciclismo (o bicicleta estática): permiten trabajar el sistema cardiovascular sin someter a las articulaciones a impactos severos.
  • Caminata: preferiblemente en superficies planas y usando calzado adecuado, es una excelente manera de mantenerse activo sin sobrecargar las articulaciones.
  • Yoga y pilates: aunque deben adaptarse a las capacidades individuales, estas disciplinas pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza muscular, con un enfoque especial en la postura.

Hacer ejercicios de fortalecimiento muscular

Entrenar los musculos alrededor de las articulaciones comprometidas es crucial. Los músculos actúan como un soporte adicional para las articulaciones, reduciendo la carga sobre estas y mejorando la estabilidad. Ejercicios específicos de fortalecimiento, diseñados por un fisioterapeuta o un entrenador especializado, pueden ser extremadamente beneficiosos.

Deportes a evitar

Si bien el ejercicio es beneficioso, ciertas actividades pueden ser demasiado exigentes para las personas con artrosis, especialmente aquellas que implican movimientos bruscos, saltos o impactos directos sobre las articulaciones.

  • Running: puede aumentar la presión sobre las articulaciones de la cadera, rodilla y tobillos.
  • Deportes de equipo con contacto físico: Como el fútbol o el baloncesto, donde el riesgo de lesión y el impacto sobre las articulaciones es más alto.
  • Ejercicios de alto impacto: aquellos que involucran saltos o cambios rápidos de dirección.

5. Los estiramientos y otros ejercicios de flexibilidad

Mantener una buena amplitud de movimiento es fundamental para combatir la rigidez que puede provocar la artrosis.

Los estiramientos ayudan a mejorar la elasticidad tanto de los músculos como de los tejidos conectivos que rodean las articulaciones, lo que contribuye a una mayor movilidad y reduce el riesgo de lesiones. Al incrementar la flexibilidad, también se puede experimentar una disminución en el dolor asociado con la osteoartritis, ya que se mejora la circulación sanguínea y se facilita el movimiento.

Para las personas con artrosis, son particularmente beneficiosos los ejercicios de bajo impacto que enfocan en la flexibilidad y la movilidad articular, como el yoga y el pilates. Estas disciplinas no solo ofrecen una amplia gama de estiramientos, sino que también incluyen técnicas de respiración que pueden ayudar a reducir el estrés, otro factor que puede influir en el dolor articular.

Cómo incorporar los estiramientos en tu rutina:

  • Constancia: para obtener beneficios duraderos, hay que incorporar los estiramientos de manera regular en tu rutina diaria. Incluso unos pocos minutos al día pueden marcar una gran diferencia en tu flexibilidad y en la gestión del dolor articular.
  • Técnicas adecuadas: es necesario realizar los estiramientos correctamente para evitar lesiones. Considera la posibilidad de consultar a un instructor para aprender las técnicas adecuadas, o seguir en Youtube las instrucciones dadas por personas cualificadas.
  • Respetar los límites: nunca debes sentir dolor durante un estiramiento. Siente el estiramiento, pero si experimentas dolor, reduce la intensidad. Hay que escuchar a tu cuerpo y respetar sus límites.

6. Los aceites esenciales

La aromaterapia y el uso de aceites esenciales ofrecen una forma natural y holística de complementar el manejo de la artrosis, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y de mejora de la circulación.(13) 

✔ Aceites esenciales recomendados

  • Aceite esencial de gaulteria: contiene salicilato de metilo, un compuesto con propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Es particularmente útil para aliviar dolores musculares y articulares.
  • Aceite esencial de jengibre: conocido por su potente acción antiinflamatoria, el aceite de jengibre puede ser útil para reducir la inflamación y el dolor asociados con la artrosis.
  • Aceite esencial de lavanda: aparte de sus conocidas propiedades relajantes, la lavanda también puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
  • Aceite esencial de romero: tiene efectos analgésicos y mejora la circulación, lo que puede ser beneficioso en el tratamiento de la rigidez y el dolor articular.

Cómo utilizar los aceites esenciales

  1. Dilución: hay que diluir los aceites esenciales en un aceite portador (como el aceite de almendras, coco o jojoba) antes de su aplicación tópica. Una proporción recomendada es de 2 a 3 gotas de aceite esencial por cada cucharada de aceite portador.
  2. Masaje: aplica la mezcla diluida directamente sobre la zona afectada, masajeando suavemente para facilitar la absorción y mejorar la circulación en el área.
  3. Baños terapéuticos: añadir unas gotas de aceite esencial diluido en el agua del baño puede proporcionar un momento de alivio y relajación para las articulaciones doloridas.

Algunas personas pueden ser alérgicas o sensibles a ciertos aceites esenciales. Siempre realiza una prueba de parche en una pequeña área de la piel antes de usarlos ampliamente.

Otros remedios

Existen otras alternativas naturales que pueden frenar la artrosis, especialmente cuando los remedios más convencionales no logran los resultados deseados.

  • Acupuntura: esta antigua práctica china puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la función articular en algunas personas con artrosis. Funciona mediante la inserción de agujas finas en puntos específicos del cuerpo, lo que se cree que puede desencadenar la liberación de sustancias químicas naturales para el alivio del dolor.
  • Baños de contraste: la aplicación de calor ayuda a relajar los músculos y aumentar la circulación, mientras que el frío puede reducir la inflamación y adormecer el dolor agudo. Alternar entre compresas calientes y frías puede ser una estrategia efectiva.
  • Micro-inmunoterapia: este enfoque utiliza dosis bajas de sustancias inmunológicas (como citocinas y factores de crecimiento) para regular el sistema inmunitario. Aunque se necesita más investigación, algunos estudios sugieren que podría ayudar a gestionar enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
  • Terapia láser: la terapia con láser de baja intensidad se ha utilizado para tratar el dolor y la inflamación. La luz láser puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación, y promover la curación de los tejidos.
  • Terapia de campo electromagnético pulsado: esta terapia utiliza campos magnéticos para mejorar la circulación y promover la regeneración de los tejidos. Algunos estudios sugieren que puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la función en personas con artrosis.
  • Balneoterapia: el tratamiento en balnearios con aguas minerales y termales puede ofrecer beneficios para la salud articular gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Además, el entorno relajante y el ejercicio suave en agua termal pueden contribuir al bienestar general.

Aunque estas terapias pueden ofrecer alivio a algunos pacientes, no todas son adecuadas para todos. La combinación de tratamientos naturales con un estilo de vida saludable ofrece la mejor estrategia para frenar la artrosis y mejorar la calidad de vida.

Las formas de artrosis más comunes

Puede manifestarse en cualquier articulación, pero existen ciertas áreas que son más susceptibles al desgaste y al dolor asociado con esta enfermedad

  • Artrosis de rodilla (gonartrosis): es una de las formas más frecuentes. La rodilla, siendo una de las articulaciones que soporta más peso, es particularmente vulnerable al desgaste del cartílago.
  • Artrosis de cadera (coxartrosis): esta forma afecta la articulación de la cadera, una de las más grandes del cuerpo. El dolor se puede sentir en el área de la ingle, el muslo o incluso irradiarse hacia la rodilla. La coxartrosis puede dificultar actividades como caminar o sentarse y levantarse de una silla.
  • Artrosis de manos: afecta con frecuencia a las articulaciones de los dedos y la base del pulgar, llevando a dolor, deformidad y una disminución en la funcionalidad de las manos. Esto puede dificultar la realización de tareas finas, como abotonarse una camisa o escribir.
  • Artrosis cervical y lumbar: se refiere al desgaste de las articulaciones y los discos en la columna cervical (cuello) y lumbar (espalda baja). Puede causar dolor y rigidez en el cuello o la espalda baja, y en algunos casos, dolor que irradia hacia los brazos o las piernas.
  • Artrosis de hombro: aunque menos común, la artrosis también puede afectar la articulación del hombro, causando dolor y limitando el rango de movimiento, lo que puede dificultar el levantar los brazos o realizar movimientos por encima de la cabeza.

Referencias - Publicaciones científicas ⤵︎

1. Hamid Reza Farpour, Najme Rajabi & Bahareh Ebrahimi The Efficacy of Harpagophytum procumbens (Teltonal) in Patients with Knee Osteoarthritis
2. Sarah Brien, George T Lewith & Gerry McGregor Devil's Claw (Harpagophytum procumbens) as a treatment for osteoarthritis
3. Morgan Van Ameyde & Jeffrey Hodgden In patients with osteoarthritis, is curcumin, compared to placebo, effective in reducing pain?
4. An-Fang Hsiao, Yi-Chieh Lien, I-Shiang Tzeng, Chien-Ting Liu, Sheng-Hsun Chou & Yi-Shiung Horng The efficacy of high- and low-dose curcumin in knee osteoarthritis
5. Ganpeng Yu, Wang Xiang, Tianqing Zhang, Liuting Zeng, Kailin Yang & Jun Li Effectiveness of Boswellia and Boswellia extract for osteoarthritis patients
6. N. Kimmatkar, V. Thawani, L. Hingorani & R. Khiyani Efficacy and tolerability of Boswellia serrata extract in treatment of osteoarthritis of knee
7. Dean M. Cordingley & Stephen M. Cornish Omega-3 Fatty Acids for the Management of Osteoarthritis
8. National center for complementary and integrative health Glucosamine and Chondroitin for Osteoarthritis: What You Need To Know
9. Eytan M Debbi, Gabriel Agar, Gil Fichman, Yaron Bar Ziv, Rami Kardosh, Nahum Halperin, Avi Elbaz, Yiftah Beer & Ronen Debi Efficacy of methylsulfonylmethane supplementation on osteoarthritis of the knee
10. Daniel Martínez-Puig, Ester Costa-Larrión, Nuria Rubio-Rodríguez & Patricia Gálvez-Martín Collagen Supplementation for Joint Health: The Link between Composition and Scientific Knowledge
11. Chu-Yang Zeng, Zhen-Rong Zhang, Zhi-Ming Tang & Fu-Zhou Hua Benefits and Mechanisms of Exercise Training for Knee Osteoarthritis
12. Hui Kong, Xue-Qiang Wang & Xin-An Zhang Exercise for Osteoarthritis: A Literature Review of Pathology and Mechanism
13. Viviane Lucia Barão Paixão & Jozélio Freire de Carvalho Essential oil therapy in rheumatic diseases

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