La vitamina C

La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina soluble en agua esencial para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. El organismo no la produce ni la almacena en cantidades significativas, por lo que es necesario obtenerla diariamente a través de la alimentación.

Función

La vitamina C desempeña un papel importante en el sistema inmunitario, en la cicatrización de heridas, en la formación de colágeno y actúa como antioxidante, protegiendo las células contra daños oxidativos.

Fuentes alimentarias

Las fuentes ricas en vitamina C incluyen cítricos (naranjas, limones), bayas, kiwis, pimientos rojos, brócoli, fresas y otros frutas y vegetales.

Ingestas diarias recomendadas

La IDR varía según la edad, el sexo y las necesidades individuales, pero en general es de 110 miligramos por día para los adultos. Los fumadores tienen necesidades aumentadas.

• 100g de hígado = 20 mg
• 1 kiwi = 97 mg
• 1 pequeño pimiento = 252 mg
• 1 naranja = 120 mg

Más allá de los 180 mg/día, la vitamina C se absorbe de manera deficiente.

Síntomas por déficit

Una deficiencia de vitamina C puede causar escorbuto, una enfermedad caracterizada por fatiga, dolor muscular, sangrado de encías, moretones y debilidad general.

Suplementación

La suplementación con vitamina C generalmente se recomienda en caso de deficiencia o para fortalecer el sistema inmunológico. Las dosis varían según las necesidades individuales.

Si se consume suficiente cantidad de frutas y verduras crudas, no es necesario el uso de suplementos. Los productos naturales son el mejor complemento alimenticio que se puede encontrar. En caso de necesitar suplementación, es importante leer las etiquetas cuidadosamente y no dejarse engañar por las cifras en negrita en los paquetes que no siempre corresponden a las dosis del producto.

Si se opta por suplementos de vitamina C, se debe elegir un producto natural a base de Acerola, aunque sea más caro, en lugar de una vitamina C sintética, que se absorbe peor.

Otras informaciones relevantes

La vitamina C es hidrosoluble, lo que significa que no se almacena en el cuerpo y debe ser suministrada regularmente a través de la dieta o suplementos. Es esencial para mantener la salud y la resistencia del cuerpo frente a infecciones, así como para el mantenimiento de la salud de la piel, huesos y vasos sanguíneos.

Algunos médicos recomiendan tomar entre 500 mg y 1000 mg por día, es decir, hasta el límite de seguridad establecido en 1000 mg/d. Sin embargo, más allá de 500 mg a largo plazo, existe un riesgo de formación de cálculos renales, acumulación de hierro y trastornos digestivos.

El escorbuto, una deficiencia grave de vitamina C potencialmente mortal, ha sido detectado nuevamente en España después de haber desaparecido.