¿Funcionan de verdad las pastillas quemagrasas?


Publicado el 09/02/2024 - Última actualización el 09/02/2024

Con su promesa de lograr resultados rápidos y sin apenas esfuerzo, los quemagrasas atraen la atención de aquellos que desean bajar de peso. Pero surge una pregunta legítima: ¿de verdad funcionan?

¿Qué son los quemadores de grasa y cómo funcionan?

Los quemagrasas son pastillas que contienen determinados principios activos (extractos de plantas, vitaminas, etc.) conocidos por su capacidad para favorecer la pérdida de peso. Prometen facilitar la quema de grasa al aumentar el gasto energético del cuerpo y estimular el metabolismo para utilizar las reservas de grasa como energía.

Pertenecen a la familia de productos alimenticios para adelgazar. Se trata de diferentes tipos de efectos (según los ingredientes de la fórmula):

  • Termogénicos: incrementan la temperatura corporal, provocando un aumento del metabolismo basal. El aumento del metabolismo significa que el cuerpo quema más calorías a lo largo del día, incluso en reposo. Ingredientes como la cafeína y la capsaicina son ejemplos de compuestos termogénicos que se encuentran comúnmente en los quemagrasas.
  • Lipotrópico: promueve el proceso de lipólisis, la descomposición de la grasa almacenada para convertirla en energía. Esto contribuye a la reducción de la acumulación de grasa, especialmente si se acompaña de ejercicio físico y una nutrición adecuada.
  • Supresor del apetito: ayuda a minimizar el hambre y a sentirse lleno por más tiempo después de comer. Esto le permite evitar los refrigerios, lo que reduce el total de calorías consumidas a lo largo del día.
  • Diuréticos: aunque no inciden directamente en la quema de grasas, los diuréticos ayudan a eliminar el exceso de agua del organismo. Esto reduce temporalmente el peso y proporciona una apariencia más definida, especialmente en zonas susceptibles a la retención de líquidos.

Principios básicos para adelgazar

Comprender los fundamentos de la pérdida de peso es necesario para cualquier persona que quiera adelgazar de forma saludable y eficaz. La clave radica en el concepto de déficit calórico, y si bien esta estrategia parece simple, requiere comprensión y disciplina para ser implementada correctamente.

Un déficit calórico ocurre cuando la cantidad de calorías que consumimos es menor que la cantidad de calorías que nuestro cuerpo utiliza en las actividades diarias y procesos metabólicos. Esto significa que para perder peso, es necesario utilizar más energía de la que se obtiene de los alimentos. Este balance energético negativo obliga al cuerpo a utilizar las reservas de energía, principalmente en forma de grasa, para compensar la diferencia, lo que resulta en una pérdida de peso.

Hay dos componentes principales que influyen en este balance energético:

  1. Ingesta de calorías: la energía que se ingiere de los alimentos y bebidas. Es importante controlar la cantidad y el tipo de calorías que consumes. Elegir una dieta equilibrada, rica en nutrientes y baja en alimentos procesados y azúcares añadidos, puede reducir la ingesta de calorías sin sacrificar la satisfacción ni la nutrición.
  2. Gasto calórico: se refiere a la energía necesaria para que el cuerpo funcione. Esto incluye la energía gastada en actividades que sustentan la vida (metabolismo basal), la digestión de los alimentos (efecto térmico de los alimentos) y todas las actividades físicas. Aumentar la actividad física es una forma eficaz de aumentar el gasto calórico. Cualquier actividad, desde caminar y subir escaleras hasta ejercicios más intensos como correr, nadar y levantar pesas, puede ayudar a aumentar el déficit de calorías.

¿Qué tanto los quemagrasas pueden afectar el déficit calórico?

Si bien es cierto que algunos ingredientes contenidos en los quemagrasas pueden aumentar ligeramente el metabolismo y la termogénesis, contribuyendo a un mayor consumo de calorías, este efecto suele ser pequeño.

Por ejemplo, se ha estimado que los ingredientes termogénicos (como la cafeína) pueden aumentar el gasto energético entre 80 y 100 calorías por día. Y esto significa consumir una cantidad elevada, cercana a los máximos recomendados (con todos los efectos nocivos que conlleva). Aunque puede parecer significativo, es importante ponerlo en perspectiva con el impacto que tienen otras acciones.

Comparemos este efecto con el de la actividad física. Una hora de caminata rápida quema entre 300 y 400 calorías, dependiendo de la intensidad y el peso. De manera similar, 30 minutos de entrenamiento cardiovascular o de fuerza en el gym pueden quemar las mismas calorías o más. Esto demuestra que la actividad física regular tiene un potencial mucho más significativo para crear un déficit calórico.

Del mismo modo, eliminar o reducir los alimentos con alto contenido de azúcares agregados y grasas saturadas puede reducir fácilmente su ingesta calórica diaria en varias cientos de calorías.

El objetivo de este análisis no es devaluar completamente el uso de quemagrasas, sino poner en perspectiva sus efectos potenciales. Sin embargo, hay que entender que no existe una solución mágica. La clave para una pérdida de peso sostenible y exitosa reside en un enfoque holístico que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular.

Nuestra opinión

La promesa de obtener resultados rápidos y sin esfuerzo puede ser tentadora, pero no se debe exagerar la efectividad de estos productos. Por sí solos, no tienen la capacidad de hacer maravillas.

Desde un aspecto económico, el gasto asociado con la compra de estos suplementos puede resultar significativo. Antes de invertir en ellos, se sugiere considerar otras maneras en las que ese dinero podría ser utilizado de forma más beneficiosa. Por ejemplo a la compra de alimentos de calidad, que nutran el cuerpo y apoyen un estilo de vida saludable, o a la inscripción en un gym.

La mayoría de las personas encuentran la solución en tomar un enfoque completo hacia la salud: una dieta equilibrada, llena de nutrientes y baja en calorías vacías, combinada con una rutina de ejercicio regular. Estos componentes esenciales son los que realmente impulsan la reducción de peso y fomentan un estado de bienestar perdurable.

Excepciones

En dos casos, las quemagrasas podrían ser interesantes:

  • Para algunas personas, comenzar a tomar pastillas para adelgazar puede actuar como un catalizador para adoptar hábitos más saludable. En estos escenarios, incluso un posible efecto placebo —la creencia en la eficacia del suplemento— puede tener un valor psicológico, impulsando al individuo a tomar medidas más activas hacia la consecución de sus objetivos.
  • Para personas con objetivos muy específicos, como atletas de élite y culturistas que quieren maximizar su composición corporal. En ese contexto de competición, cada pequeño detalle cuenta. Pero la utilización de estos suplementos es parte de un enfoque mucho más amplio, que incluye nutrición optimizada y entrenamiento intensivo.

¿Cómo explicar todas las opiniones y testimonios positivos?

Debemos ser críticos y reflexivos con la información que encontramos. El negocio de la pérdida de peso es tan lucrativo que no es raro que haya conflictos de intereses detrás de la información disponible en línea. Naturalmente, las marcas quieren promocionar sus productos y resaltar sus beneficios potenciales. Sin embargo, esta publicidad suele ir acompañada de estrategias de marketing que pueden confundir o engañar a los consumidores.

Las técnicas utilizadas incluyen artículos de blog patrocinados, que publican contenido positivo sobre un producto en particular sin revelar explícitamente ninguna relación financiera con la marca.

Algunas empresas pueden recurrir a tácticas aún más cuestionables, como publicar reseñas falsas en foros o sitios de reseñas. Estos testimonios crean percepciones falsas positivas sobre el producto e influyen en las decisiones de compra de los consumidores.

Al evaluar las opiniones y testimonios sobre los quemagrasas (o cualquier otro suplemento de adelgazamiento), hay que considerar la fuente de la información y buscar indicios de imparcialidad o falta de ella. Recuerde que los testimonios excepcionalmente positivos, especialmente aquellos que prometen resultados milagrosos, deben ser vistos con escepticismo.

Precaución con las generalizaciones

Aunque hemos expresado ciertas reservas respecto a los suplementos para bajar de peso, es importante comprender que no todos los suplementos están diseñados para el mismo propósito ni le brindarán los mismos resultados. Suplementos como el magnesio, los omega 3 o el zinc (por mencionar solo algunos) tienen efectos positivos y ampliamente documentados.

Por lo tanto, al considerar el uso de cualquier suplemento, es importante hacerlo con información y discernimiento. Evaluar la evidencia científica y entender los beneficios reales que se pueden esperar son pasos esenciales para garantizar decisiones saludables y efectivas.

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