¿Debe considerarse la vitamina D una hormona?


Publicado el 12/06/2024 - Última actualización el 12/06/2024

Aunque comúnmente se la clasifica como una vitamina, en realidad se comporta más como una hormona debido a su modo de acción en el cuerpo. Esta dualidad ha llevado a muchas preguntas sobre su verdadera naturaleza: ¿es la vitamina D una vitamina o una hormona?

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D es un nutriente esencial que el organismo necesita para mantener una salud óptima (veremos los detalles de su papel más adelante en el artículo).

Existen dos formas principales de vitamina D: la vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol). La D2 se encuentra en algunos alimentos de origen vegetal, mientras que la D3 es producida por el cuerpo cuando la piel se expone a la luz solar (y también está presente en alimentos de origen animal).

Fuentes

  • Exposición al sol: la principal fuente de vitamina D es la síntesis cutánea que ocurre cuando la piel se expone a los rayos UVB del sol. Esta exposición desencadena la conversión de un precursor del colesterol en vitamina D3.
  • Alimentación: aunque es menos eficiente que la exposición al sol, también se puede obtener a través de ciertos alimentos. Las fuentes alimenticias incluyen el pescado azul (como el salmón, el atún y la caballa), el hígado de res, el queso y las yemas de huevo. Algunos alimentos están fortificados con vitamina D, como la leche y los cereales.
  • Suplementos: en casos donde la exposición al sol no es suficiente, los suplementos pueden ser necesarios.

Diferencias entre las vitaminas y las hormonas

Para comprender por qué la vitamina D es considerada una hormona, primero hay que entender las diferencias entre vitaminas y hormonas. Aunque ambos son esenciales para el funcionamiento del cuerpo, tienen mecanismos distintos.

Vitaminas

Son compuestos orgánicos que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para diversas funciones biológicas, pero que no puede sintetizar en cantidades suficientes, por lo que deben ser obtenidas a través de la dieta. Actúan principalmente como coenzimas y antioxidantes, ayudando a las enzimas a realizar reacciones bioquímicas esenciales para el metabolismo, la inmunidad y el crecimiento.

Características principales de las vitaminas:

  • Obtención: deben ser ingeridas a través de la dieta porque el cuerpo no puede sintetizarlas (con algunas excepciones como la vitamina D).
  • Funciones: actúan como coenzimas en diversas reacciones metabólicas.
  • Necesidades: se requieren en pequeñas cantidades para mantener la salud y prevenir enfermedades carenciales.

Hormonas

Las hormonas son sustancias químicas producidas por glándulas endocrinas que se liberan directamente en el torrente sanguíneo y se dirigen a órganos o tejidos diana específicos para regular diversas funciones fisiológicas. Actúan como mensajeros químicos que coordinan procesos desde el crecimiento y el metabolismo hasta la respuesta al estrés y la reproducción.

Características principales de las hormonas:

  • Producción: son sintetizadas y secretadas por glándulas endocrinas.
  • Transporte: viajan a través del torrente sanguíneo para alcanzar sus órganos diana.
  • Funciones: regulan funciones complejas y vitales del cuerpo como el crecimiento, el metabolismo, la homeostasis y la reproducción.
  • Acción: tienen un efecto específico en células y órganos diana al unirse a receptores específicos.

La vitamina D: una excepción

La vitamina D es única porque, aunque se clasifica como vitamina, se comporta de muchas maneras como una hormona:

Síntesis

Puede ser sintetizada por el cuerpo humano cuando la piel se expone a la luz solar.

Conversión y activación

La vitamina D sintetizada en la piel (colecalciferol) se convierte en su forma activa a través de un proceso de dos pasos que involucra el hígado y los riñones, similar a cómo se activan muchas hormonas.

Acción hormonal

El calcitriol, la forma activa de la vitamina D, se une a receptores específicos de vitamina D (VDR) que se encuentran en diversas células del cuerpo. Estos receptores actúan en el núcleo de las células para regular la expresión de genes que controlan una amplia gama de funciones biológicas:

  • Metabolismo del calcio y fósforo: aumenta la absorción intestinal de calcio y fósforo, esenciales para la formación y mantenimiento de huesos fuertes.
  • Salud ósea: promueve la mineralización ósea y previene enfermedades como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos.
  • Sistema inmunitario: modula la respuesta inmunitaria, ayudando a prevenir infecciones y enfermedades autoinmunes.
  • Otros tejidos: los VDR están presentes en tejidos como el corazón, el cerebro y los músculos, donde la vitamina D también desempeña roles importantes.

La capacidad del calcitriol para regular genes y funciones celulares a través de su acción sobre los VDR subraya su naturaleza como hormona. A diferencia de las vitaminas, cuya función principal es actuar como cofactores en reacciones enzimáticas, la vitamina D (en su forma activa) actúa directamente sobre la expresión génica y la regulación de funciones fisiológicas clave.

¿Cuáles son los beneficios de la vitamina D para la salud?

1. Salud ósea

Ya lo hemos mencionado, la vitamina D facilita la absorción de calcio y fósforo en el intestino, minerales centrales para la formación y el mantenimiento de huesos y dientes fuertes.

2. Sistema inmunitario

También juega un papel importante en la modulación del sistema inmunitario. Su forma activa (calcitriol) interactúa con los receptores de vitamina D (VDR) presentes en las células inmunitarias, ayudando a regular la respuesta inmune. Así, la vitamina D puede mejorar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y reducir la incidencia de enfermedades autoinmunes.

3. Función muscular

Ayuda a mantener la fuerza muscular y puede mejorar el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas y fracturas, especialmente en personas mayores.

4. Salud cardiovascular y mental

Niveles adecuados de vitamina D pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta. También se ha observado que la vitamina D tiene un impacto positivo en la salud mental, ya que niveles bajos de esta vitamina se asocian con un mayor riesgo de depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

5. Potenciales efectos anticancerígenos

Estudios han mostrado que niveles adecuados de vitamina D podrían estar relacionados con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de próstata, colon y mama. La vitamina D puede influir en la proliferación y diferenciación celular, procesos críticos en la prevención del desarrollo y la progresión del cáncer.

Riesgos y consecuencias de un déficit de vitamina D

La falta de vitamina D es un problema de salud pública que afecta a una parte significativa de la población mundial, incluida España. Las causas de esta deficiencia son variadas y sus consecuencias pueden ser graves.

Factores de riesgo

Exposición insuficiente al sol: la falta de luz en invierno, pasar mucho tiempo en interiores, usar protector solar o ropa que cubra la mayor parte del cuerpo.

Dieta pobre en vitamina D: no es fácil obtener suficiente cantidad solo a través de la dieta. Y las personas que siguen dietas vegetarianas o veganas estrictas, o aquellas con una ingesta limitada de pescado azul, lácteos fortificados y yemas de huevo, tienen un mayor riesgo de carencia.

Problemas de salud que afectan la absorción: ciertas condiciones médicas pueden interferir con la absorción de vitamina D, incluyendo enfermedades gastrointestinales como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y la fibrosis quística. Además, las enfermedades renales y hepáticas pueden afectar la conversión de vitamina D a su forma activa.

Consecuencias para la salud

  • Enfermedades óseas: una carencia puede llevar al raquitismo en niños y a la osteomalacia en adultos, condiciones que resultan en huesos blandos y débiles. En los adultos mayores, una deficiencia puede contribuir al desarrollo de osteoporosis, aumentando el riesgo de fracturas.
  • Sistema inmunitario débil: niveles bajos de vitamina D están asociados con una mayor susceptibilidad a infecciones y enfermedades autoinmunes. Su deficiencia puede comprometer la capacidad del cuerpo para combatir patógenos.
  • Aumento del riesgo de enfermedades crónicas: la falta de vitamina D se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, y ciertos tipos de cáncer. Además, hay evidencia que sugiere que puede contribuir a trastornos del estado de ánimo como la depresión.

Grupos de riesgo

  • Personas mayores: con la edad, la piel pierde parte de su capacidad para sintetizar vitamina D a partir de la luz solar. Además, los riñones, que permiten convertirla en su forma activa, se vuelven menos eficientes.
  • Individuos con piel oscura: la melanina en la piel reduce la capacidad de producir vitamina D a partir de la exposición al sol. Por lo tanto, las personas con piel más oscura necesitan más tiempo de exposición al sol para producir la misma cantidad de vitamina D que las personas con piel más clara.

¿Cómo mantener niveles de vitamina D?

Ya se han mencionado las principales fuentes de vitamina D, así que tenemos que ir a buscarla donde esté, y a menudo tenemos que hacerlo de forma consciente (si uno no lo hace, es muy probable que sea deficiente...).

1. Exposición regular al sol

Hay que pasar tiempo al aire libre, con la cara, brazos y piernas descubiertos, durante aproximadamente 15-30 minutos y varias veces a la semana. La cantidad exacta de tiempo puede variar según el tipo de piel, la latitud y la estación del año.

Nota: aunque es importante protegerse contra los daños causados por el sol, el uso excesivo de protectores solares puede inhibir la síntesis de vitamina D. Es recomendable exponerse al sol durante periodos cortos sin protector solar antes de aplicarlo para una protección prolongada.

2. Apportes alimentarios

El sol es la fuente más importante, puede cubrir el 80-90% de las necesidades de vitamina D, pero se puede obtener un poco de esta vitamina a través de la dieta:

  • Pescado azul (salmón, atún, caballa, sardinas...)
  • Hígado de res
  • Huevos (especialmente las yemas)
  • Lácteos fortificados
  • Cereales fortificados

3. Suplementación

Muchos expertos consideran que los suplementos de vitamina D son imprescindibles durante los meses de invierno, en las zonas donde la luz solar es insuficiente y para personas en riesgo de deficiencia. Sin sol, la ingesta alimentaria sola no será suficiente (sobre todo teniendo en cuenta que, al parecer, nuestras necesidades son muy superiores a las recomendaciones oficiales).

La vitamina D está disponible en varias formas... No hay que comprar cualquier producto, ya que no todos son igual de eficaces. Para saber cuál es la vitamina D más recomendada, hemos publicado una guía muy completa (disponible aquí).

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