Qué diferencia entre la vitamina hidrosoluble y liposoluble


Publicado el 15/10/2024 - Última actualización el 15/10/2024

No todas las vitaminas se comportan de la misma manera en el organismo. Una distinción fundamental radica en su solubilidad, que determina tanto la forma en que se absorben como su capacidad de almacenamiento.

¿Qué es una vitamina liposoluble?

Las vitaminas liposolubles, como su nombre indica, son aquellas que se disuelven en grasas y aceites. Este grupo incluye las vitaminas A, D, E y K. 

A diferencia de las vitaminas hidrosolubles, que deben consumirse regularmente, las liposolubles tienen la capacidad de almacenarse en el tejido adiposo y en el hígado durante periodos prolongados. Esto significa que, aunque no es necesario consumirlas a diario, un consumo excesivo puede provocar una acumulación peligrosa y, por tanto, toxicidad.

La absorción de estas vitaminas depende de la presencia de grasas en la dieta. Al ingerir alimentos ricos en lípidos, como aceites vegetales o productos animales, se asimilan más eficazmente en el intestino.

Por ejemplo, la vitamina A o la vitamina D sólo pueden cumplir su función si se han absorbido correctamente.

Las principales fuentes alimentarias de vitaminas liposolubles incluyen:

  • Vitamina A: hígado, zanahorias, espinacas.
  • Vitamina D: luz solar, pescados azules.
  • Vitamina E: aceites vegetales, frutos secos.
  • Vitamina K: verduras de hoja verde, brócoli.

¿Qué es una vitamina hidrosoluble?

Son aquellas que se disuelven en agua, lo que significa que su absorción, transporte y eliminación en el cuerpo siguen un proceso diferente al de las vitaminas liposolubles.

A diferencia de estas últimas, las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en el organismo de manera prolongada, ya que cualquier exceso es rápidamente eliminado a través de la orina. Este mecanismo explica por qué es necesario un aporte regular a través de la dieta.

El grupo de las vitaminas hidrosolubles está compuesto por las del complejo B y la vitamina C.

Principales fuentes:

  • Vitaminas del grupo B:
    • B1 (tiamina): cereales integrales, legumbres, frutos secos y carnes de cerdo.
    • B2 (riboflavina): productos lácteos como leche y queso, vegetales de hoja verde (espinacas, col rizada) y huevos.
    • B3 (niacina): carnes magras (pollo, pavo), pescado, cacahuetes y semillas.
    • B5 (ácido pantoténico): en casi todos los alimentos, pero especialmente en huevos, brócoli, aguacates y legumbres.
    • B6 (piridoxina): carnes de ave, pescados azules, plátanos, patatas y garbanzos.
    • B8 (biotina): huevos, frutos secos (almendras, nueces), soja, y productos integrales.
    • B9 (ácido fólico): vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas), legumbres, espárragos y frutas cítricas.
    • B12 (cobalamina): alimentos de origen animal como carne de res, pescado, mariscos, huevos y productos lácteos.
  • Vitamina C (ácido ascórbico): frutas como los cítricos, fresas y kiwis, así como en vegetales como el brócoli y los pimientos.

Dado que estas vitaminas no se almacenan en grandes cantidades, una ingesta insuficiente durante periodos prolongados puede causar deficiencias significativas. Ejemplos:

  • La falta de vitamina C puede llevar al desarrollo de escorbuto,
  • La carencia de vitamina B12 puede provocar anemia perniciosa.

No obstante, la probabilidad de toxicidad es baja, ya que el cuerpo elimina el exceso de manera eficiente (aunque un consumo excesivo y constante de suplementos podría tener efectos secundarios...).

Diferencias

Solubilidad y absorción

  • Las vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K, se disuelven en grasas y, por tanto, requieren la presencia de lípidos en la dieta para ser absorbidas. Si se sigue una dieta baja en grasas, la absorción de estas vitaminas puede verse comprometida.
  • Las vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C) se disuelven en agua, lo que facilita su absorción rápida y directa en el torrente sanguíneo sin necesidad de grasas.

Almacenamiento en el cuerpo

  • Las vitaminas liposolubles se acumulan en los tejidos grasos y el hígado, lo que permite al cuerpo disponer de reservas que pueden utilizarse en momentos de necesidad.
  • Las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en grandes cantidades, y el exceso se elimina rápidamente a través de la orina. Por esta razón, deben consumirse regularmente (mientras que las liposolubles no requieren un aporte diario tan estricto).

Riesgo de toxicidad y carencias

  • El almacenamiento prolongado de las vitaminas liposolubles implica un mayor riesgo de toxicidad si se consumen en exceso, especialmente cuando se toma más cantidad de la recomendada en forma de suplementos.
  • El riesgo de toxicidad por las vitaminas hidrosolubles es menor debido a su eliminación constante. Sin embargo, una carencia puede aparecer más rápidamente.

Transporte en el organismo

  • Las vitaminas liposolubles necesitan ser transportadas a través del sistema linfático en conjunto con proteínas transportadoras específicas.
  • Las vitaminas hidrosolubles, que se mueven libremente por el torrente sanguíneo, lo que facilita su circulación y disponibilidad inmediata.

Solubilidad y absorción 

  • Las vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E y K, se disuelven en grasas y, por tanto, requieren la presencia de lípidos en la dieta para ser absorbidas. Si se sigue una dieta baja en grasas, la absorción de estas vitaminas puede verse comprometida.
  • Las vitaminas hidrosolubles (complejo B y vitamina C) se disuelven en agua, lo que facilita su absorción rápida y directa en el torrente sanguíneo sin necesidad de grasas.

Almacenamiento en el cuerpo 

  • Las vitaminas liposolubles se acumulan en los tejidos grasos y el hígado, lo que permite al cuerpo disponer de reservas que pueden utilizarse en momentos de necesidad.
  • Las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en grandes cantidades, y el exceso se elimina rápidamente a través de la orina. Por esta razón, deben consumirse regularmente (mientras que las liposolubles no requieren un aporte diario tan estricto).

Riesgo de toxicidad y carencias 

  • El almacenamiento prolongado de las vitaminas liposolubles implica un mayor riesgo de toxicidad si se consumen en exceso, especialmente cuando se toma más cantidad de la recomendada en forma de suplementos.
  • El riesgo de toxicidad por las vitaminas hidrosolubles es menor debido a su eliminación constante. Sin embargo, una carencia puede aparecer más rápidamente.

Transporte en el organismo 

  • Las vitaminas liposolubles necesitan ser transportadas a través del sistema linfático en conjunto con proteínas transportadoras específicas.
  • Las vitaminas hidrosolubles, que se mueven libremente por el torrente sanguíneo, lo que facilita su circulación y disponibilidad inmediata.

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