¿Es bueno tomar colágeno con vitamina D?
Publicado el 11/11/2024 - Última actualización el 11/11/2024
A la hora de comprar suplementos, a menudo nos encontramos con fórmulas que incluyen varios ingredientes. Un ejemplo es la asociación de colágeno y vitamina D. Para el consumidor esto resulta más práctico, además de ser una opción económica... Sin embargo, por muy atractivas que parezcan estas combinaciones, ¡no siempre son la mejor opción!
Colágeno y vitamina D: beneficios individuales
Colágeno
Es la proteína más abundante en el cuerpo humano, y su principal función es mantener la estructura y firmeza de la piel, articulaciones, huesos y tendones. A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno disminuye, lo que conlleva a una pérdida de elasticidad en la piel y al desgaste de las articulaciones. Por este motivo, los suplementos de colágeno hidrolizado se han vuelto popular, ya que aportan los péptidos necesarios para estimular su regeneración.
Beneficios principales:
- Mejora la elasticidad y firmeza de la piel, reduciendo la aparición de arrugas.
- Favorece la salud de las articulaciones, ayudando a aliviar dolores.
- Contribuye a la regeneración de tejidos en músculos, tendones y ligamentos.
Vitamina D
Aunque comúnmente se asocia con salud de los huesos, su influencia va más allá. Esta vitamina participa en la regulación de la respuesta inmunitaria y, según estudios recientes, puede tener efectos protectores frente a varias enfermedades crónicas.
Dado que la principal fuente de vitamina D es la exposición al sol, una gran parte de la población carece de ella... Por eso muchas personas necesitan tomar suplementos.
Beneficios principales:
- Mantiene la salud ósea al regular la absorción de calcio y fósforo.
- Refuerza el sistema inmunitario, protegiendo frente a enfermedades.
- Mejora la función muscular y previene la aparición de fragilidad ósea.
Problemas de los suplementos de colágeno + vitamina D
1. Diferencias en la absorción y biodisponibilidad
La vitamina D es una vitamina liposoluble, lo que significa que se absorbe mejor cuando se encuentra en un entorno graso. Por ello, los formatos más recomendados son las presentaciones en gotas de aceite o cápsulas blandas, que permiten su correcta disolución y absorción en el organismo.
El colágeno, sin embargo, no sigue este patrón. Al ser una proteína, se presenta típicamente en forma de polvo, disuelto en agua o bebidas, ya que no depende de un entorno graso para ser bien absorbido. Al asociar colágeno en polvo con vitamina D (también en polvo), se reduce la biodisponibilidad de la vitamina D, ya que no se encuentra en el medio adecuado para su absorción óptima.
La forma ideal de consumo para cada nutriente es diferente, y combinar ambos en un solo suplemento compromete la eficacia de la vitamina D, que al estar en polvo, no se absorberá correctamente.
2. Calidad de los ingredientes
Los suplementos que combinan colágeno con vitamina D tienden a emplear formas menos costosas de ambos componentes para reducir costes de producción.
El colágeno utilizado suele ser de origen menos puro y/o con un peso molecular más alto, lo que dificulta su absorción. Se recomienda comprar colágeno de fabricantes reconocidos como Peptan® o Verisol®.
Optar por fórmulas de colágeno + vitamina D implica frecuentemente aceptar ingredientes de calidad inferior, lo que disminuye el potencial de ambos nutrientes para ofrecer beneficios visibles.
3. Las cápsulas no son óptimas para tomar colágeno
El colágeno requiere dosis relativamente elevadas (entre 5 y 10 gramos diarios) para ser efectivo. Esto hace que el formato más adecuado sea el polvo, ya que permite medir fácilmente la cantidad necesaria sin tener que consumir un gran número de cápsulas o comprimidos. Sin embargo, los suplementos de colágeno y vitamina D se encuentran en presentaciones como cápsulas, comprimidos o gomitas.
Las cápsulas o gomitas no permiten alcanzar las dosis adecuadas de colágeno, reduciendo así su efectividad.
4. Falta de flexibilidad en las dosis
No se puede ajustar la dosis de cada nutriente por separado. Esto se convierte en un problema porque :
- Aumentar la dosis de colágeno implica también aumentar la ingesta de vitamina D, lo cual podría llevar a un consumo excesivo de esta última.
- Ajustar la dosis de vitamina D (por ejemplo en invierno, para compensar la baja exposición solar) implicaría incrementar la cantidad de colágeno.
Al no poder adaptar la dosis de cada nutriente según las necesidades individuales, se compromete la efectividad del suplemento y aumenta el riesgo de consumir dosis inadecuadas.
Conclusión: mejor comprarlos por separado
Aunque la propuesta de un suplemento que combine colágeno y vitamina D pueda parecer conveniente, este tipo de productos no cumple con las expectativas.
Tal y como hemos analizado, las diferencias en la absorción, la calidad de los ingredientes y la forma farmacéutica hacen que esta asociación no sea la opción más adecuada para quienes buscan maximizar los beneficios de ambos nutrientes.
Nuestra recomendación es optar por suplementos separados de colágeno y vitamina D.
Nota: la calidad de los suplementos varía enormemente, es importante elegir con criterio y conocimiento de causa.
➜ ¿Cómo elegir una buena vitamina D3?
➜ ¿Cómo elegir un suplemento de colágeno?
Preguntas frecuentes
¿Se puede tomar colágeno y vitamina D al mismo tiempo?
Sí, se pueden tomar colágeno y vitamina D al mismo tiempo, ya que no existe ninguna contraindicación para combinarlos.
¿Es necesaria la vitamina D para el colágeno?
No, la vitamina D no es necesaria para la absorción o el funcionamiento del colágeno en el organismo. Ambos nutrientes actúan de manera independiente en sus respectivos roles.